Bueno, pues solo dos días escasos para emprender un gran viaje que ya intenté anteriormente, y que muchos dicen no pude finalmente hacer por los nervios (aunque la doctora que me atendió en urgencias, justo 30 horas antes de partir hacia Hong Kong, no estaba de acuerdo en que una pericarditis aguda la pudieran provocar los nervios…)

El caso es que menos nervioso esta vez (viajo con «guía local», aunque lo mío me ha costado conseguirla…) este mismo sábado cambiaré notablemente de aires, aterrizando 14 horas después en una cuidad de nombre Beijing, y que todos los de esta zona del mundo conocemos como Pekin.

Espero poder escribir cada poco tiempo, para iros contando mis impresiones, si aquello es tan diferente como todos pensamos, y cualquier cosa que me parezca reseñable. Y si fuera posible, habrá fotos, claro 🙂

zai jian (adios) 😉