Tras 3 semanas por estas tierras y habiendo pasado por bastantes (y muy diferentes) sitios, ahora mismo me vienen a la cabeza muchos y muy distintos sentimientos, que se resumen en uno solo: cuando vuelva a Espania voy a echar de menos muchas cosas de China.

Para la mayoria de los europeos China no es mas que un lugar lejano, exotico, un gran pais (por extension, que no por relevancia) de donde vienen la gran mayoria de los productos manufacturados hoy en dia. Cuando alguien dice «me voy de vacaciones a China», todos piensan en la suerte que tiene, pero a la vez da como un poco de miedo, de respeto, por lo desconocido, por el miedo a encontrarse cosas que no se esperan…

Y efectivamente, hay muchas cosas que no esperas: un pais que es mezcla de campo y ciudad (incrible el espectaculo de las calles de la capital, Beijing), donde todo el mundo esta dispuesto a ayudarte, donde una persona con rasgos no asiaticos es una verdadera rareza (te sientes como un mono en el zoo), un pais gigantesco que se mueve con unos engranajes gigantescos, pero que mas o menos funciona…

Muchas cosas te chocan: pareciese que la gente no tiene educacion, no se respetan las filas de espera, el trafico es un caos… pero luego poco a poco se entiende… si existieran las mismas reglas que en Europa, y todo el mundo las cumpliera, y todo el mundo fuese educado, el pais se paralizaria.

Por cierto (y por ultimo): una de las sensaciones mas fuertes es la de estar perdido, no saber a donde ir, no entender nada… gracias a que yo viajo con «guia local», porque sino no se como me las arreglaria… 😉

Las fotos, a la vuelta (20-21 de noviembre, espero)