La niña de Rajoy no nació en España, ya que los españoles apenas tenemos hijos (somos uno de los países con la natalidad más baja del mundo). La niña de Rajoy nació en Marruecos, o en Rumanía, o en Ecuador, o en China, o en Brasil, o en Polonia, o en cualquier país del África subsahariana.

Sus padres no tienen recursos, ni trabajo, ni posibilidad de obtenerlo, ni acceso a las ayudas que se pierden por el camino. El médico más cercano está a muchos kilómetros de distancia, y a pesar de que finalmente puedan llegar a visitarlo, nunca podrán conseguir las medicinas que les receten. Sus padres viven sumidos en la desesperación de no poder sacar la familia adelante, de vivir en un país pobre, metido muchas veces en guerras sin sentido, y por eso algunas veces hasta han pensado en buscar un lugar mejor para vivir.

La niña de Rajoy, que aunque sea pobre e infeliz no es tonta, ha preguntado a sus padres que porqué en la televisión de los vecinos sale gente que si que tiene de todo, y que porqué ellos no pueden ser igual. Y su padre le ha explicado que hay sitios donde si se puede vivir bien, tener un trabajo, comer todos los días, y comprar casi de todo, incluso mucho más de lo que realmente se necesita. Pero que esos sitios están lejos, el viaje es peligroso, y no quieren compartir su riqueza y su felicidad con los demás. Porque son egoístas, y hace mucho que olvidaron que la única manera de ser feliz es compartir con los demás; porque son racistas, y cualquiera que no sea igual que ellos es inferior y peor.

Hay muchas miles e incluso millones de estas niñas por cada una de las que Rajoy quiere vendernos. Pero claro, esas no interesan, son extranjeras, posibles inmigrantes, posibles delincuentes… Y día a día, y especialmente en campaña electoral, hay que machacar con el mismo cuento: los inmigrantes son malos, hay que echarles, hay que pararles, nos quieren quitar lo nuestro, nos están invadiendo.

Ya está bien de usar el racismo y la xenofobia en campaña electoral. Ya está bien de tergiversar datos, de mentir, de acusar sin pruebas, de no respetar a un colectivo que solo busca lo mismo que todos nosotros: vivir bien, sin preocupaciones, en libertad.

Mariano, vas de culo y contra el viento, eres una mala persona, un indeseable, un traidor a los valores morales más básicos. Tú y muchos los de tu equipo. Y ojalá que el pueblo español vote en consecuencia y os hunda en la miseria. Os lo mereceis.