GuangzhouSaludos desde Guangzhou (China), donde me acoge «mi otra familia», la de mi mujer. Viven a nada menos que 10.500 km. de Madrid: excusa perfecta para decir que no a ir a cenar con la suegra 😉 Bueno, la verdad es que aunque no nos entendemos mucho, nos llevamos muy bien 🙂

Cada vez que vengo a este país, y más concretamente a Guangzhou, me sorprenden muchas cosas. Algo muy normal por la diferencia de culturas, claro. Pero es que hay algunas cosas que sorprenden más que otras….

Por ejemplo, ir andando por una calle en el centro de la ciudad y de repente pasar por al lado de una jaula de pájaros que cuelga de un árbol y que contiene… ¡¡¡una gallina!!! Cabe justita, y me imagino el destino inmediato de la pobre…

GuangzhouCambiamos al supermercado, en el que hay una zona de peceras donde la gente compra vivitos y coleando los peces, las gambas, las ranas, todo para cocinar cosas bien ricas (os lo aseguro, MUY ricas). Pues bien, de repente un pez inquieto da un coletazo y se sale de la pecera, cayendo al suelo. Mucha gente pasa, incluyendo empleados, y ven el pez en el suelo boqueando, moviéndose, pero nadie hace nada. Como si no existiese. Hasta que se lo digo a Joy, preguntándole si es costumbre o algo así («niño, no cojas las cosas del suelo»). Me responde corriendo al rescatar al pobre…

Y así muchas cosas más: los viajes de infarto en taxi, las mega-aglomeraciones en las zonas de tiendas, las increíbles autopistas de 5 pisos por el centro de la ciudad, el trato exquisito en todo tipo de tiendas y mercados… Muchas cosas que contar y poca paciencia para seguir copiando-pegando uno a uno los acentos, pues este teclado chino carece de ellos 😉

Próximo capítulo: Yunnan (provincia de China hacia la que voy en breve)