El que en su día fue una buena alternativa a los timadores rasca-comisiones habituales (Cajamadrid, La Caixa, BBVA, etc…) va perdiendo poco a poco sus ventajas y pasándose al «reverso tenebroso». Debe ser que ganan poco los pobres, y les pasa lo mismo que a nuestra querida predidenta de la Comunidad de Madrid: no llegan a final de mes…

Hay que reconocer que siguen teniendo uno de los mejores servicios de banca por internet de España, eso sí. Pero por lo demás, no hacen más que añadir comisiones, luego subirlas, no atender a las reclamaciones al respecto, y de esa forma me han ido perdiendo como cliente (y como yo supongo que habrá muchos otros).

Lo último que he conocido ya traspasa la barrera de las cutre-comisiones y entra en el territorio del engaño y el aprovecharse de la gente usando la «letra pequeña»: a los extranjeros que piden una tarjeta visa les mandan una «visa clásica máxima». ¿Y qué es eso? Pues tras investigar un poco la letra pequeña del contrato, resulta ser una visa que solo admite el pago aplazado, a una «baja» comisión del 1,4% mensual: más del 16% anual, doble que un crédito personal, más del triple del euribor.

Supongo que lo siguiente será engañar a los viejecitos de la tercera edad, a los minusválidos, y a cualquiera que puedan. Un gran banco, pero con una moral cruel y poco honesta, al estilo del Tío Gilito.